viernes, 17 de agosto de 2012


El liberalismo y Curro Jiménez

En un episodio de Curro Jiménez, bandolero contra el liberalismo donde los haya, ayuda a los liberales a librarse de la ejecución. Se niega a entregarlos al rey Fernando VII, con lo que pierde el indulto que el monarca le había prometido. Licencia cinematográfica de la serie, que pone en el bando liberal a los trabucaires españoles, cosa que nunca sucedió. Una frase interesante del episodio es la de la hija del general liberal rebelde, dispuesto a dar su vida por la "verdadera libertad": "Si no hubiera gente que luchara contra los opresores, a estas alturas estaríamos todos hablando francés". Pues aplicamos el cuento a nuestra querida patria, ya que si se hubiera luchado por dar una alternativa seria al tardofranquismo que no fuese la "verdadera libertad" que nos vendieron los liberalismos de la democracia capitalista, otro gallo cantaría. ¿Qué libertades "verdaderas" se han logrado? Pues aquellas denominadas "libertades negativas", es decir, la ausencia de coacción estatal para ciertas actividades que no vamos a mencionar aquí sin sonrojarnos o apenarnos por la miseria y el desgarro que han provocado...
Curro Jiménez, vuelve. Los del 15-M no saben montar un pollo.



2 comentarios:

Ignacio dijo...

Abandonar la tradición nos ha hundido; muy bien traído el ejemplo.

Flipper dijo...

gracias Ignacio. Es que, como dijo Aristóteles en la Poética, es preferible que la ficción o tragedia presente algo imposible (un trabucaire a favor de los franceses) como verosímil, creíble, a que presente algo posible como inverosímil. En el Curro Jiménez de siempre, ambas cosas están logradas, en este episodio extraño, ninguna de ellas ("usted ha luchado contra los franceses", a lo que Curro comenta: "eso era distinto. Era por España").
Yo tengo en cuenta que la serie está hecha en la Transición, donde la UDC quería remontarse a los fundamentos liberales de 1812. Pero la trampa es que los valores que preconizaba la Pepa eran los mismos, curiosamente, que se pretendían introducir clandestinamente en la época de la Restauración. Un lío.