Francia se debate entre un republicanismo militante y una opción modesta pero creciente. El republicanismo laico de Sarkozy o el de Hollande pretende afianzar los valores clásicos del estado de cosas que nació con la Revolución: papel del estado como educador, identificación Francia=valores laicos, etc. Otra cosa esa vía modesta, pero ganando posiciones de la Francia rural, o extraparisina, que puja para recuperar los valores religiosos y su tradición.
Son días para orar por esa noble nación, que aunque hemos tenido guerra a troche y moche desde los tiempos del Emperador Carlos V, no deja de ser hoy un campo de batalla muy importante donde se libran los grandes problemas de nuestro mundo contemporáneo.
Agustina de Aragón o María Pita no le van a la zaga en heroísmo a Juana de Arco, pero no tuvieron esa importancia que tiene para toda una nación que la tiene como referente, aún hoy en día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario