Los valores
Estamos acostumbrados
-domesticados, más bien- a
oir eso de "educar en valores", "poner en valor",
"se han perdido los valores"....Hasta el punto de que se ha
identificado como una parte básica del pensamiento conservador
actual el tema. Que nadie piense, en cambio, que esto es una
contribución del tradicionalismo político, de la labor educadora de
las Escuelas nacionales franquistas o de la Falange y de las JONS.
Los
valores pertencen a la reflexión filosófica moderna y actual, sobre
todo en el campo de la Antropología Filosófica y de la Filosofía Moral. Para este
pensamiento, el valor pertenece a la dimensión propiamente humana y
no de las cosas, pues es el hombre el que les da valor. Aquí hay que
mencionar el ideal de cultura en el que se mueven los grupos humanos,
que para la disciplina mencionada suele ser una cultura que haga al
hombre ser más hombre, más humano. Por tanto, los valores
dependerán del concepto de cultura que se tenga, del ideal de
cultura.
Los valores no son
por tanto para el pensamiento actual entidades separadas que se
aplican a las cosas, como si le añadieran algo, sino algo
completamente subjetivo, que depende del individuo y, al
sedimentarse, de los grupos.
así que la pretensión de que "hay que volver a los valores"
es una pretensión no de volver a las esencias, sino de rendir culto
a la subjetividad. Como hay mucho conservador
liberal y laico, que incluso simpatiza con la Iglesia católica (que
ha hecho suyo este discurso desde hace relativamente poco), hay que
aclarar que ir a misa o ser miembro de una cofradía no tiene nada
que ver con "tener valores", en el sentido mencionado. No
quiere decir, por ejemplo, que los valores sean cumplir los
mandamientos o ser una persona "sana". Quiere decir que en
la sociedad multicultural e individualista hay que marcar unos
mínimos de convivencia para que esto sea habitable y agradable. Nada
más. Intereconomía tendrá que cambiar el discurso, me temo.
-Nada
que ver con las esencias:
-Nunca
se habló de valores en
la Antigüedad: de virtudes sí.
Pero no es traducible a "valor".
La virtud es un principio operacional en forma de
hábito para alcanzar lo que se persigue.
Hay
un ideal de vida (eudaimonía o felicidad) que
se pretende alcanzar. Por tanto, la vida buena está orientada a un
fin (telos), tiene un teleología. Esto
no se tiene en cuenta para la vida de hoy, puesto que está regida
por las virtudes cívicas o políticas. No hay un fin único, sino
muchos fines y muchos medios para alcanzarlos. Y sobre todo, el fin
del bien común ha desaparecido en favor del consenso. Podremos
hablar de valores, pero serán flatus vocis,
entelequias que no tienen influencia más allá de la casa de cada
uno, pues su consistencia no está hecha para traspasar las puertas.
Solamente se podrá argumentar, dialogar....etc.