sábado, 3 de septiembre de 2011

Antropología rural. ¿Está el campo "finiquitado"?

En el fondo de las crisis que nos sacuden, hay un tema de fondo que subyace entre otros a éstas. Algunos hechos a los que podemos remitirnos en la descripción del mundo rural en la sociedad que yo estudio, la gallega, pueden ser universales culturales, pues el éxodo del campo a la ciudad es un fenómeno mundial y transcultural: se da en América de habla hispana, en África, en Asia...Desde la siempre peculiar sociedad gallega intento hacer una aproximación a la decadencia del rural:

  • Desde el punto de vista etnográfico: la sociedad gallega rural es matrilocal y matrilineal. La mujer tradicionalmente lleva el peso de la casa y la educación de los hijos. Al ser el hombre el que se traslada a casa de la mujer al casarse, ha de plegarse necesariamente a lo que dicte la familia de la mujer. Las tareas del campo se ven repartidas, y con la llegada de la maquinaria se diferencian los roles. Los hombres manejan las máquinas y las mujeres llevan los trabajos de la casa, dependiendo del trabajo de temporada (vendimia, sembrar el maíz, las patatas, la regogida, la siega de la hierba seca en verano...
  • La incorporación de la sociedad rural, aun sin abandonar el lugar de origen, a las tareas propias de una sociedad urbana ha doblado esta situación. Es decir, los hombres y unas pocas mujeres trabajan fuera, en pueblos o villas cercanas, cosa facilitada en algunos lugares por la cercanía a éstas, y vuelven a casa, donde les esperan los trabajos propios del rural. Necesariamente se ha de plantar menos, casi testimonialmente, apenas hay animales domésticos para el propio consumo (vacas, cerdos, etc.) y se va transformando la vida y el paisaje. Los otrora concurridos prados y fincas se encuentran desiertos, difícilmente encuentra a alguien uno por las aldeas, sólo unas pocas personas mayores que gracias a Dios están encantados de saludar  a un forastero y acceden a una entrevista informal, aunque no saben el antropólogo lo anota como una historia de vida. Ésos son los informantes privilegiados. Debo decir que tampoco es tan fácil encontrarlos, pues incluso las personas mayores están hoy en los centros de día-allí donde los hay- casi toda la jornada. 
  • Esta descripción se ajusta a un modo de vida mixto que ha venido a implantarse progresivamente y que provoca unas mejores condiciones de vida material, pero paradógicamente supone la disolución, también progresiva, de la cultura rural, apoyada en unos contrafuertes que van cediendo: las estaciones, que marcaron siempre el ritmo de vida, de trabajo y el simbólico; las instituciones culturales como las escuelas unitarias, en su mayoría cerradas, y el clero, aglutinador de un todo de sentido que sigue presente, en una forma de religiosidad que se plasma en el culto a los santos y la asistencia a santuarios.

  • Desde el punto de vista etnológico decir que es lógico que tomada en conjunto se de una tensión clara entre los que han iniciado un modo de vida misto y los ancianos que no se han querido, o no han sido capaces de, adaptarse a la nueva cultura. Los valores de la cultura rural como la fecundidad -un trabajo agrícola exige un número grande de hijos que puedan ayudar-, la religiosidad - todavía presente, decimos. pero con una interpretación distinta a la de los mayores, centrada ahora en el aspecto profano de la fiesta, siempre unido en Galicia con el aspecto religioso, que va cediendo- etc. dan lugar a un nuevo espectro de cosas en las que se entremezclan la creciente capacidad profesional y técnica de los jóvenes en los diversos oficios, y el desmoronamiento de un todo holístico según la definición clásica de cultura de Taylor.

  • El desprecio de los jóvenes por estas instituciones culturales es patente, pues no se ha sabido hacer una presentación de la tradición adecuada. Puede que el nivel técnico, económico y de vida haya crecido, pero no la cultura entendida como humanidad. Unido a esto, mencionaría el desmantelamiento institucional que actuaba como contrafuerte -escuela, parroquia-iglesia, mayores-, que viene a ser como el colofón o el canto de cisne de la cultura rural tradicional.

  • Bibliografía: "antropología de Galicia", de Xosé Ramón Mariño Ferro; del mismo autor, "Autobigrafía dun labrego"


Conferencia de Xosé Ramón Mariño Ferro from asarbo on Vimeo.